Oh esclavo del deseo, flota con la corriente.
Pequeña araña, pégate a tu tela.
O si no, abandona tus pesares en el camino.
El mundo en el que vives es creación propia tuya, igual que la araña crea su propia tela en la que después queda atrapada y no puede abandonar. Con la mente proyectas tu mundo, proyectas miles de deseos. Así es como creas la telaraña en la que después quedas atrapado. Algunos quedan atrapados en el deseo del dinero, otros en el del poder, en el deseo de renuncia, el deseo del paraíso; ¡todo son deseos!
La persona con una comprensión auténtica no tiene deseos. Vive en el momento disfrutando en su totalidad de todo lo que está disponible. ¡Exprime cada momento, absorbe cada minuto! Come lo que está disponible. Duerme, pero es total en todo lo que hace.