[32] SIN APRESURAMIENTO

Tranquilamente considera qué está bien y qué está mal.  Aceptando todas las opiniones por igual, sin apresuramiento, sabiamente, observa la ley.

No tengas ningún prejuicio.  Estamos muy llenos de prejuicios, somos un manojo de prejuicios.  Cuando creemos que hemos llegado a una conclusión, no es más que una decepción; una vez más te encuentras con un prejuicio introducido por la sociedad, por la Iglesia, por el Estado.  Eres una víctima de los muchísimos intereses creados que te rodean con ojos codiciosos para explotarte, para extraerte la sangre y el alma.  La próxima vez que creas haber comprendido o visto algo, obsérvalo.  Retrocede o intenta ver:  ¿Es algún prejuicio del pasado que de pronto aparece otra vez con una nueva forma, un nuevo formato, con nuevas palabras?  Y te quedarás sorprendido: así es.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *