Con amabilidad supera la ira.
Con generosidad supera la mezquindad.
Con la verdad supera la decepción.
La ira entraña energía, no puedes derrocharla sencillamente. Es tu energía, si la desperdicias, te debilitarás. Las energías no son para malgastarlas, sino para ser transformadas. Deja que tu ira se transforme en amabilidad, es un proceso alquímico, no es moralidad, es alquimia. Es la ciencia del alma. Con la meditación la ira poco a poco desaparece y su energía queda disponible para transformarse en amabilidad.
Te sorprenderá saber que si sufres mucho de ira, tienes un gran potencial para la amabilidad. La ira únicamente demuestra que tienes mucha energía. Una persona sin ira es importante, no tiene energía. Una persona que no puede enfadarse tampoco puede ser amable. No reprimas la mezquindad, no la destruyas, en su lugar, con generosidad transfórmala en una consciencia generosa, en compartir.