Gobiérnate a ti mismo según la ley. Esta es la simple enseñanza de los que están despiertos.
El hombre nace inconscientemente, aunque tiene el potencial para llegar a ser consciente. Pero continuará siendo solo un potencial excepto que trabajes duro para desarrollarlo. Uno nace con la capacidad intrínseca de conquistarse a sí mismo, pero toda tu energía se vuelve extravertida. Al vivir con personas que son extravertidas, ambiciosas, que desean esto y aquello, el niño empieza a imitarlo también. Aprende de los demás -de los padres, profesores, sacerdotes, políticos-, aunque todos ellos están en el mismo barco. Algunos persiguen el dinero, otros el poder, la fama, pero nadie parece estar interesado en el propio ser. Nadie parece estar dispuesto a realizar la gran peregrinación del autodescubrimiento.
Buda dice: gobiérnate a tí mismo. Si de alguna estás interesado en el dominio -¿y quién no lo está?-. Entonces interésate en el autodominio. No desperdicies tu tiempo tratando de dominar a los demás.